A lo largo de los siglos XVII y XVIII, las naciones europeas mantienen conflictos políticos y religiosos y, a pesar de la riqueza surgida del comercio colonial, sufren una grave crisis económica que conlleva epidemias y hambre.
En esta época, las monarquías autoritarias se convierten en absolutistas; es decir el monarca concentra en sus manos todos los poderes del estado.
Los reyes y la nobleza cortesana se alían en contra de la creciente burguesía que actúan como mecenas de los artistas.
Se construyen teatros salas de conciertos y palacios, como el de la Zarzuela de Madrid.
Se construyen teatros salas de conciertos y palacios, como el de la Zarzuela de Madrid.